Pesca con tachos

Métodos de construcción:
Para los que no la conocen, les comento que se pueden utilizar boyas náuticas grandes de aproximadamente 2 lt de capacidad, antaño, cuando el aceite para automotores venía en tarros de lata de 1 lt, se utilizaban 2 tarros soldados por la circunferencia de uno de sus extremos, también se puede hacer con botellas descartables de Gaseosas de 2 litros, todas iguales.


Como las botellas son transparentes, se les suele volcar un poco de pintura diluída en su interior, puede ser pintura amarilla, roja, etc. para que luego de hacerlas girar y pintar toda su superficie interior, retirar el sobrante y continuar con las restantes botellas.

Todas las botellas, deben tener luego de secada la pintura, colocada su correspondiente tapa plástica a rosca y procurar un cierre hermético.

También se suelen utilizar botellas de cloro (Amarillas tipo damajuanita) de 2 litros.

Existen versiones de pescadores que rellenaban los envases con telgopor molido o en esferas, pero en la mayoría de los casos se las utiliza sin rellenar (con aire nomás).

Cuando disponemos de por lo menos una docena de tarros, se les ata un extremo a una tanza de aproximadamente un metro con un anzuelo 1.0, y un plomito de 15 grs.-

Esta tanza puede ser un cabito plástico (soguita) de 2 ó 3 mm. y que termine en un esmerillón.

Cuando se arma todo para utilizarlo, se le cuelga al esmerillón una brazolada de unos 30 cm. de largo (en lo posible confeccionada con tanza de acero para evitar que si se "prende" algún dorado nos corte la brazolada y el pobre se vaya con el anzuelo clavado en su boca. Entre la tanza de acero y el anzuelo, se puede colocar un portanzuelos bien robusto para que permita el cambio de tamaño de anzuelo.

La carnada habitual para esta pesca es tripa de sábalo fresca, tripa de sábalo en descomposición, posta de sábalo en descomposición (para intentar la captura de patíes) y con mojarras, morenas ó postas de sábalo o boga, para algún dorado.- 

La técnica consiste ubicar ríos con canchas extensas y de costas muy separadas para que los tarros en caso de dispersarse no se acerquen a sus costas y enrieden en raigones o ramas sumergidos o que cuelgan de sus costas.

Luego se reúnen todos los tarros (unos 10 ó 12 aproximadamente) dentro de la embarcación, tener todo armado y encarnado; luego arrojar al agua de a uno, es decir, lo mas juntos posible pero con la distancia mínima de un par de metros uno de otro para que no se enrieden las brazoladas.

Como complementos, se pueden utilizar dos opciones para tentar aún mas a los peces a arrimarse a los tarros:
1- Se suele colgar de la embarcación, una bolsa permeable con pescado o tripa en descomposición; con la intención de tentar a los peces a arrimarse al lugar. En este caso, de más está comentar que la embarcación tiene que permanece muy próxima a los tarros que estarán a la deriva, y sin hacer ningún tipo de ruido dentro de la misma.

2- En el segunda opción, se puede dejar unos triperos de sábalo, un par de días al sol, para lograr una total descomposición y que se convierta todo en un aceite espeso. Luego de arrojar los tarros al agua, se puede arrojar chorros de ese aceite en cercanía de los mismos, y veremos que se formará una mancha sobre la superficie, que acompañará mucho trecho el recorrido de los tarros. En este caso, luego de arrojar los tarros y el aceite, conviene retirarse la embarcación de las inmediaciones y mantenerse a una distancia que nos permita vigilar el comportamiento de todos los tarros.

Luego solo resta esperar y acompañar los tarros, rogando que la correntada no los separe. En caso de que alguno se separe demasiado del grupo mayoritario, conviene alcanzarlo, subirlo a la embarcación y reintegrarlo al grupo.

En caso de que en algún tarro se "prenda" algún dorado, veremos seguramente los saltos que pega saliendo fuera del agua y en algunos casos saliendo incluso tarro y pez. En cambio si el pique es de un patí, generalmente se hunde algunas veces, para luego ver como comienza a desplazarse y retirarse del grupo. Mas aún, si llega a tratarde de un pez grande, veremos como desaparece de la superficie por momentos y vuelve a aparecer.

En caso de tener pique, debemos aproximarnos con la embarcación, y luego de un par de minutos para controlar que el pez se canse y se "clave" bien, alcanzar el tarro con la ayuda de un pala-bichero 
y controlar la tracción que ejercerá en un primer momento el pez, con la fuerza de nuestro brazo y la embarcación a la deriva. Si queremos asegurarnos la pieza, podemos colocar debajo de ella una red copo de mano y luego levantar el tarro y la red juntos.

Luego de desprender el pez, y volver a encarnar, debemos acercarnos al grupo mayoritario de tarros y arrojar el que sacamos.

Si bien este tipo de pesca tiene sus detractores ya que no la consideran deportiva, hay provincias como la de Santa Fe que lo prohibe y otras como la de Entre Ríos que la acepta como pesca comercial.

Pero fuera de toda discusión, hay que aceptar que es un método poderoso para la pesca de la especie patí. 


Autor: José Luis Compitiello

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