En 1872, el general Manuel Obligado “reconquistó” los territorios septentrionales de Santa Fe, desplazando la frontera hacia el norte y organizando colonias, asentamientos militares y una misión para aborígenes.
En esta época de expansión se llamó “Reconquista” a esta remota comarca, que hacia el fin de ese siglo creció notablemente con la erección del puerto y la llegada del ferrocarril.
Precisamente desde su puerto, ubicado a 15 kilómetros, sobre el río San Jerónimo, parten las salidas de pesca, cuyo principal objeto es el surubí, pez que transformó la ciudad en organizadora del tradicional Concurso Argentino, uno de los más importantes del país.
Los riachos y el Paraná también tienen una oferta abundante en pesca variada, pacúes y dorados, dependiendo de la época del año y la altura de las aguas. La gran ventaja es que puede navegarse por cursos interiores, sin mayores problemas con el viento, y que la enorme cantidad de accidentes fluviales permite la práctica de distintas modalidades.
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